Peligros v/s Riesgos: Fomentando una perspectiva equilibrada en la educaciónen la naturaleza

Jun 07, 2023

Cuando exploramos la educación al aire libre y en la naturaleza, es esencial comprender la diferencia entre peligros y riesgos. En nuestra sociedad moderna, a menudo se enfatiza la minimización de los peligros en aras de la seguridad, pero esto puede limitar las oportunidades de aprendizaje y desarrollo de los/as más pequeños/as. En esta publicación, exploraremos la distinción entre peligros y riesgos, y cómo fomentar una perspectiva equilibrada para aprovechar al máximo la educación al aire libre y en la naturaleza para niños y niñas.

¿Qué es la educación al aire libre y en la naturaleza?

La educación al aire libre y en la naturaleza es un enfoque pedagógico que utiliza el entorno natural como un recurso educativo. Consiste en brindar a los niños y niñas oportunidades de aprendizaje en un entorno natural, fomentando la conexión con la naturaleza, el descubrimiento de habilidades y conocimientos, y promoviendo un mayor sentido de pertenencia y respeto hacia el medio ambiente.

Comprendiendo los peligros y los riesgos:

Es fundamental comprender la diferencia entre peligros y riesgos al hablar de educación al aire libre en la naturaleza para niños y niñas. Los peligros son situaciones o condiciones que presentan la posibilidad de causar daño o lesiones. Estos pueden incluir terrenos resbaladizos, insectos venenosos o alturas elevadas. Por otro lado, los riesgos se refieren a la probabilidad de que ocurra un daño o una lesión en determinadas circunstancias. Mientras que los peligros pueden existir en el entorno natural, los riesgos dependen de la forma en que los individuos interactúan con la situación.

Es importante reconocer que no todos los peligros representan un riesgo significativo si se gestionan adecuadamente. Por ejemplo, caminar cerca de un acantilado puede ser peligroso, pero si se toman las precauciones necesarias, como mantenerse alejado del borde y usar calzado adecuado, el riesgo de caerse se reduce considerablemente. En cambio, evitar todos los peligros sin permitir ningún riesgo podría limitar las experiencias y oportunidades de aprendizaje valiosas para los niños y niñas.

La distinción entre peligros y riesgos nos permite adoptar una perspectiva equilibrada. En lugar de eliminar todos los peligros, se trata de enseñar a los niños y niñas a evaluar y gestionar los riesgos de manera segura y responsable. Esto implica desarrollar habilidades de evaluación de situaciones, toma de decisiones informadas y reconocimiento de las propias capacidades. Al aprender a identificar y responder adecuadamente a los peligros, los niños y niñas adquieren autonomía y confianza en sí mismos/as, mientras se benefician de las valiosas oportunidades de aprendizaje y crecimiento que ofrece la educación al aire libre en la naturaleza.

Promoviendo la gestión de riesgos:

En la educación al aire libre y en la naturaleza, es fundamental enseñar a los niños y niñas a gestionar los riesgos de manera segura y responsable. Esto implica desarrollar habilidades de evaluación de riesgos, toma de decisiones informadas y comprensión de las consecuencias de sus acciones. Al aprender a evaluar y responder adecuadamente a los riesgos, los niños y niñas adquieren autonomía y confianza en sí mismos.

Beneficios del aprendizaje a través del riesgo en la naturaleza:

Permitir que los niños y niñas experimenten riesgos en la  naturaleza puede tener beneficios significativos. Les ayuda a desarrollar habilidades de resiliencia, toma de decisiones, solución de problemas y confianza en sí mismos/as. El aprendizaje a través del riesgo les brinda la oportunidad de enfrentar desafíos, superar obstáculos y aprender de las consecuencias de sus acciones.

Entorno seguro y supervisión adecuada:

Al ofrecer educación al aire libre, es crucial crear un entorno seguro y establecer límites claros. La supervisión adecuada por parte de adultos/as capacitados garantiza la seguridad y el bienestar de los niños y niñas mientras exploran y aprenden en la naturaleza. Es importante encontrar un equilibrio entre la autonomía y la libertad de exploración, y la protección y el cuidado necesarios.

Comunicación y colaboración con las familias:

La comunicación y colaboración con las familias son elementos fundamentales en la educación en la naturaleza. Compartir información, establecer expectativas claras y trabajar juntos/as en la gestión de riesgos garantiza una comprensión compartida y una participación activa de las familias en el proceso educativo al aire libre.

En Aprender en la Naturaleza, se fomenta el uso de herramientas como martillos, sierras y otros utensilios para promover habilidades prácticas y conocimientos relacionados con la naturaleza. En este contexto, surge una pregunta relevante: ¿qué es más peligroso, un niño que sabe cómo usar herramientas o un niño que no sabe, o qué es más peligroso, una niña que sabe cómo pasear por el bosque o un niña que no sabe?

En ambos casos, la respuesta radica en el nivel de conocimiento y habilidades que los niños y niñas tienen en relación a las herramientas o a la exploración del bosque. En la escuela bosque, se enseña a los niños y niñas cómo utilizar las herramientas de manera adecuada y segura, lo cual reduce significativamente los riesgos asociados. Asimismo, se les proporciona conocimientos sobre el entorno natural y cómo pasear por el bosque de manera segura, evitando peligros potenciales y respetando el entorno.

Por otro lado, un/a niño/a que no tiene conocimientos sobre el uso de herramientas podría estar expuesto a mayores riesgos si manipula herramientas de manera inapropiada o sin supervisión. De manera similar, un/a niño/a que no sabe cómo pasear por el bosque puede enfrentarse a peligros como terrenos inestables, plantas venenosas o animales salvajes, sin tener los conocimientos necesarios para lidiar con estas situaciones.

La educación en la naturaleza ofrece a los niños y niñas oportunidades únicas de aprendizaje y desarrollo. Al fomentar una perspectiva equilibrada sobre los peligros y los riesgos, y al promover una gestión adecuada de los riesgos, podemos aprovechar al máximo estas experiencias. Al permitir que los niños y niñas enfrenten riesgos controlados en un entorno seguro y con supervisión adecuada, les brindamos la oportunidad de desarrollar habilidades vitales y una conexión más profunda con la naturaleza. Trabajando en colaboración con las familias, podemos asegurar una educación al aire libre y en la naturaleza enriquecedora y segura para todos y todas.